Claves para mantener una buena actitud ante la vida





Todos tenemos momentos buenos y momentos malos, no podemos negar que la vida nos presenta muchas circunstancias en donde se pone a prueba nuestro carácter y nuestras reacciones.

Es importante saber que cada circunstancia nos da la oportunidad de elegir cómo reaccionar. 

Muchos de nosotros somos guiados por nuestras emociones. De alguna manera las sensaciones de nuestro cuerpo nos ponen en alerta y sin pensar mucho reaccionamos, sin embargo eso no siempre nos trae buenos resultados. 

No podemos negar que las emociones están allí para sentirlas, ya que son mecanismos de nuestro cuerpo que envían una señal a nuestro cerebro sobre nuestro entorno. Nos permiten prevenir, adaptar y actuar. Sin embargo podemos permitirle al lado consciente y racional de nuestro cerebro que analice esas emociones y las canalice de una manera positiva. Esas elecciones se reflejan hacia nuestra actitud ante la vida.

En el cuadro debajo te muestro cada emoción básica y ejemplos de las reacciones positivas y negativas:

 Reacción Negativa  Emoción Básica  Reacción Positiva 
 Adicción al placerAlegría  Disfrute / Motivación
DepresiónTristeza  Sanación
Rencor / IraRabia Perdón / Motivación
 AnsiedadMiedo Establecer límites

Las emociones son inevitables, sin embargo no podemos dejar que ellas dirijan y controlen nuestras reacciones sino gestionarlas para nuestro mejor provecho. Por esto es importante diferenciar que las emociones están para sentirlas, pero es nuestra elección la actitud que tomamos en la gestión de cada una de ellas.

Así que ¿cómo podemos asegurarnos de tener la reacción correcta? ¿cómo mantener una buena actitud ante la vida?

Acá te dejo algunos tips para gestionar algunas emociones y elegir siempre la mejor actitud:
  • Alegría
Sentir alegría generalmente nos indica que algo va bien, el contexto nos indica que están sucediendo cosas positivas en nuestra vida, que estamos en un momento de alto disfrute y aumenta la serotonina en nuestro sistema.
 
El cuidado que debemos tener con esta emoción es pretender mantenernos allí todo el tiempo. La adicción al placer o el optimismo irracional son actitudes que nos hacen ignorar muchas veces la realidad de nuestra vida. Por ejemplo cuando permanecemos en el recuerdo de algún éxito en nuestra vida, nos anclamos al recuerdo de lo que fue pero no nos enfoca hacia el futuro que tenemos por delante. Entramos en negación de las circunstancias negativas y nos desconectamos de las personas a nuestro alrededor. Por lo tanto, las consecuencias son aislamiento e irracionalidad.

La actitud positiva a la emoción de la alegría es el disfrute temporal, permitirnos regocijarnos ante el contexto donde nos encontramos y mantenernos con una disposición hacia las cosas buenas. La alegría nos motiva y nos impulsa a la acción, a permanecer encaminados hacia los planes buenos que tenemos sin perder de vista las experiencias como algo valioso para el aprendizaje y el crecimiento.

  • Tristeza 
La tristeza es una emoción que nos indica un contexto de dolor. Ella nos alerta sobre circunstancias que van en contra de nuestros deseos. Por ejemplo momentos de rupturas, un luto, despedidas, fracasos, entre otros. Cada uno de esos momentos tienen un efecto en nuestra corporalidad en donde nos mostramos cabizbajos, lloramos, nuestra expresión física se vuelve lejana o fría. 

El cuidado que debemos tener es la permanencia en esta emoción, la cual llena nuestros pensamientos de ideas negativas, desesperanza, pesimismo y puede desencadenar en somatización, generando consecuencias como lo es la depresión.
 
Sin embargo, esta emoción tiene el poder también de ayudarnos a sanar. Cuando podemos ver la circunstancia que nos genera tristeza como algo común para el ser humano, dejamos de mirarnos como víctimas del mundo y comenzamos a ver las posibilidades del futuro. Agradecer por los momentos buenos y tomar la experiencia como algo que nos deja un aprendizaje sobre el futuro. Una buena actitud ante circunstancias que nos generan tristeza es agradecer por las cosas buenas.
 
  • Rabia
La rabia es una emoción que nos alerta cuando una circunstancia o persona traspasa nuestros valores personales, principios de vida, o también cuando los resultados de nuestros planes no salen como esperábamos. Esta emoción nos permite realinear nuestra perspectiva y tomar decisiones que resguarden nuestra integridad.

El cuidado que debemos tener es que esta emoción muchas veces es la que más fácil tiene el poder de hacernos reaccionar de manera negativa, ¿cómo? con ataques de ira, con sentimientos de rencor, rechazo e incluso agresividad. Es importante reconocer esta emoción también como algo bueno, que debería alertarnos sobre un traspaso de límites y que nos permitiría sacar algo positivo de nosotros.

La rabia también puede ser canalizada de una manera que nos motiva. Recuerdo una historia de Gustavo Henao en su libro "Cicatrices de un propósito" donde contaba que de niño, por haber nacido con la condición de labio leporino había tenido muchas dificultades para hablar de manera correcta, por lo que sufría de mucho bullying en su escuela. Pero el peor momento fue cuando un profesor, una autoridad que "debería" alentar el respeto se burló de él frente a todos sus compañeros. Este momento de injusticia lo llenó de mucha indignación y rabia, pero a la larga decidió usar esa emoción para impulsarse a sí mismo, esforzarse más en alcanzar una buena modulación y traspasar esas dificultades con esfuerzo y determinación. Hoy Gustavo no es sólo un gran orador y motivador sino que también educa a otros en técnicas de oratoria. ¿Increíble no? La rabia también tiene el poder de impulsarnos a nuestra mejor versión.
 
  • Miedo
El miedo es la emoción que nos resguarda del peligro. Es una emoción muy valiosa porque activa nuestro sistema de defensa personal. En los momentos donde sentimos miedo, reaccionamos con medidas de protección personal y hacia otros.

El cuidado necesario con esta emoción tiene que ver con nuestros pensamientos. Ya que cuando permanecemos en él, nos convertimos en personas paranoicas y ansiosas. Debemos cuidarnos de permanecer en la emoción del miedo, ya que también se somatiza resultando en ataques de ansiedad. Cuando nuestros pensamientos vagan seguido en aquello que podría pasarnos, en las probabilidades de que algo malo suceda, nos volvemos asustadizos, temerosos y algunos hasta en hipocondríacos.

El miedo canalizado hacia lo positivo, nos permite establecer límites sanos. Si algo nos alerta de peligro, podemos trazar el margen entre encontrarnos en esa situación y nosotros, tomar decisiones por adelantado y prevenir lo peor. Por otra parte, el miedo también puede ser un indicador de los retos que tenemos por superar. Por ejemplo, podrías tener la meta de convertirte en un gran conferencista y tener miedo escénico. Tienes que lidiar con este miedo para alcanzar tu meta, ya que los miedos no se superan evadiéndolos sino enfrentándolos.  La sensación de logro al superar las limitaciones que imponen tus miedos generan una gratificación increíble.

Ya ves, cada circunstancia de la vida nos presenta la oportunidad de sacar lo mejor de ella. La buena actitud es algo que podemos elegir cuando gestionamos nuestras emociones de una manera sana para nuestro beneficio personal.

Coméntame, ¿ahora cuál de estas emociones necesitas gestionar mejor para enfrentar la vida con una mejor actitud?  


Claves para mantener una buena actitud ante la vida Claves para mantener una buena actitud ante la vida Reviewed by Lisangel Paolini on 1:07 p.m. Rating: 5

No hay comentarios.:

Con tecnología de Blogger.