Límites en la amistad ¿tonto o sabio?

El otro día conversaba con una chica que me expresaba su tristeza e insatisfacción hacia una amistad con la cual sentía tener una relación muy cercana. El problema era que aunque la quería mucho, sentía que por el nivel de la amistad, ella le demandaba que estuviese de acuerdo en todo lo que decía, estaba llena de críticas y opiniones que le dejaban una sensación de agotamiento.

La verdad es que todas las personas tenemos nuestra forma de pensar, creencias, personalidad e intereses. Sin embargo, cuando entablamos relaciones de amistad, es importante saber que en toda buena amistad, el respeto es un must have.

Muchas veces, cuando estamos en esa búsqueda de ser mejores personas, creciendo en la fe o trabajando áreas de nuestro carácter, tendemos a comenzar por nuestras reacciones a situaciones que demuestran ira, impaciencia o grosería. Las primeras personas que percatan estos cambios son quienes tenemos más cerca: familia o amistades. En este punto, es importante ser sensibles no solamente a cómo beneficia nuestras relaciones esos cambios positivos, sino también cómo reaccionan estas personas a esos cambios.

Las buenas amistades siempre alentarán tu crecimiento y aportarán cosas positivas para que sigas avanzando.

Caso contrario, debemos estar atentos cuando aquellas relaciones puedan comenzar a tomar ventaja de nuestra vulnerabilidad y mejores intenciones de ser mejor para su beneficio; por ejemplo, usando la manipulación para que cedamos a sus peticiones (el caso de mi amiga).

Si estás teniendo diferencias con tus amigas(os) cercanas(os) con respecto a formas de pensar, es bueno colocar sobre la mesa los criterios de cada persona, para que las conversaciones no se vuelvan discusiones y poder mantener relaciones saludables cimentadas en el amor y el respeto.

Te comparto algunos tips para enfrentar estas situaciones incómodas en tus relaciones:

• Identifica lo que ha estado sucediendo y causando en tí estas demandas o reacciones de esa persona. Piensa qué puedes puedes hacer por tu parte para evitar que siga reaccionando de esa manera, y cómo podría la otra persona cambiar esa reacción en algo que se convierta a positivo.
• Genera una conversación con esa persona en donde le expreses lo que has estado haciendo y cómo te has estado sintiendo con sus reacciones.
• Escúchale y entiende su versión de los hechos.
• Identifica si las razones que te está dando son válidas y si hay algo que razonablemente puedas hacer para que la incomodidad o la relación se mantenga saludable. 
• Establezcan acuerdos en pro de que la relación crezca.
• Respeten los acuerdos.

Si dentro de la conversación identificas que la persona está siendo manipuladora o impositiva en su forma de pensar, es importante que con firmeza respondas con tu posición con respecto a tu decisión y solicitando que con respeto pueda aceptar que son personas distintas que tienen derecho a pensar y actuar diferente.

Muchas veces nos cohibimos de establecer límites de este estilo con personas cercanas, porque creemos que lo considerarían tonto o que en realidad no puedes volver el tiempo atrás. Sin embargo, si dejas pasar el tiempo aceptando ese comportamiento que te incomoda, más bien mientras la otra persona está tranquila, tu resentirás esa amistad y probablemente se fracture.

Así que te aliento a que puedas establecer límites sanos con todas las personas, las conversaciones a tiempo son una muestra de sabiduría y te permiten relacionarte sanamente para seguir floreciendo en tu crecimiento personal.