Liderazgo en tiempos difíciles

Hace tiempo que quería escribir algo con respecto a este tema. 

Para nadie es un secreto que en Venezuela estamos pasando por una situación compleja, donde la incertidumbre, los miedos, los prejuicios y el resentimiento social se encuentra cada día en ascenso. El egoísmo, la sobrevaloración del yo, hace que las personas se desconecten de la necesidad colectiva y se centren en la propia, ignorando así lo que nos hace una comunidad, una sociedad, un gentilicio, un mismo equipo.

Siendo gerente en una empresa multinacional (una de las pocas que aún apuesta por Venezuela) y también teniendo el honor de liderar a un grupo de mujeres cristianas, profesionales, trabajadoras y esforzadas, es difícil no enfrentarse en una situación en donde tus propios miedos no te jueguen a veces en contra cuando te encuentras con alguien buscando en tí una vía de escape o una palabra de aliento y esperanza.

Hay que tener una inteligencia emocional fuerte, y una fe más grande.

Así que ¿cómo liderar en tiempos difíciles? Para ello no hay una fórmula secreta, pero sí existen algunas cosas que me han ayudado a superar ciertas barreras personales y otras en las que aún necesito seguir trabajando. Te las comparto...

1) No niegues la realidad

Difícilmente transmitas confianza a una persona cuando desconoces o ignoras situaciones difíciles y reales que le están afectando. Escúchale, entiende sus necesidades, sé empático, cuéntale cómo esa situación o vivencias similares te han afectado a tí, crea un ambiente de comprensión. Cuando las personas se sienten escuchadas y valoradas, te dan su confianza.

2) Enfócate en el vaso medio lleno

La negatividad, enfocarse en el punto negro de la pared blanca, hace que dejemos de ver lo provechoso de toda la situación y al fin y al cabo, el propósito de lo que sucede. El mantenerse positivo no hace que la situación sea menos dura, pero si más llevadera. Esta actitud te permite encontrar las oportunidades sobre las barreras y comenzar a aplicar pasos prácticos para salir de la situación. 

Al liderar personas, buenas preguntas que puedes hacer son: ¿qué sacas de todo esto?, ¿cómo puedes hacer diferente lo que te está deteniendo?, ¿con qué recursos cuentas a tu alrededor?, dentro de todo ¿de qué estás agradecido?

Hay una historia titulada El Anillo del Rey en donde un Rey le pidió a sus sabios y servidores que le dieran una frase que le transmitiese esperanza en tiempos difíciles para transcribirla tras la piedra de su anillo y así poder verla claramente en esos momentos. Tras un tiempo uno de sus servidores le dio un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARÁ”. Esta frase aplica tanto para situaciones terribles como situaciones felices; estar claros de esto nos permite mantener los pies en la tierra mientras se mantiene la esperanza en el futuro.

3) No dejes de soñar

Muchas veces, cuando enfrentamos tiempos difíciles, limitamos nuestra mente y evitamos soñar. Esto nos hace mantenernos aferrados al hoy y a no prepararnos para el futuro. Dejar esos sueños en stand-by para enfocarse en el hoy en realidad es bastante absurdo, si no te preparas para el futuro... cuando ese tiempo llegue ¿qué vas a hacer? ¿seguir pensando en el ayer? Por lo que, ante situaciones difíciles no dejes de colocar tu granito de arena y accionar para depositar en ese futuro soñado.

Al tratar con gente que dejó de soñar, buenas preguntas son: ¿qué quieres del futuro? ¿qué estás haciendo hoy para alcanzarlo?, ¿cómo a través de tu situación actual puedes apalancarte y superarte?, ¿qué estás aprendiendo que va a fortalecerte para nuevas situaciones?, ¿crees en tí?

Nadie alcanzó grandes triunfos sin sobreponerse a grandes derrotas. Un buen ejemplo de esto es el Coronel Sanders. Probablemente por el nombre no lo conozcas, sin embargo, este hombre tuvo muchas situaciones lamentables: a los 5 años murió su padre, a los 16 dejó de estudiar, a los 17 ya había perdido cuatro trabajos, a los 18 se casó, entre los 18 y los 22, trabajó como conductor y falló nuevamente, se unió al ejército y fue retirado, aplicó para la escuela judicial y fue rechazado, se convirtió en vendedor de seguros y volvió a fallar, a los 19 se convirtió en papá, a los 20 su esposa lo dejó y se llevó a su única hija, se convirtió en cocinero y lavador de platos en una pequeña cafetería, a la edad de 65 años obtuvo su retiro y en el primer día de su retiro recibió un cheque del gobierno por un monto total de 105 dólares, después de esto pensó en suicidarse. Al llegar a este punto, hizo un inventario de su vida y comprendió que lo único que había aprendido a hacer bien era cocinar, con lo cual después de esto decidió comenzar su negocio de venta de pollo frito, que hoy en día conocemos mundialmente como KFC.

Si este hombre pudo soñar a los 65 años, ¿por qué nosotros no?

4) Es cuestión de FE

Y es que como líderes, siempre van a buscar de nosotros una porción de fe. Porque podemos aplicar todos los tips posibles, sin embargo, si no creemos en uno solo de ellos, o si nosotros mismos nos mantenemos en desesperanza, ¿cómo vamos a transmitir algo positivo a aquellos que nos siguen?

Todos tenemos un espacio espiritual que necesitamos fortalecer, es ese lugar a donde vamos para recargar nuestras energías. Porque no somos de piedra, a nosotros también nos afectan las situaciones externas. Cuando nuestra confianza está puesta sobre nosotros mismos, estamos muy expuestos a depender de alguien que es muy cambiante ¿no?. Si las cosas no andan bien, vamos a decaer. Es por eso que en el ámbito espiritual, la base para tener una actitud positiva y real es colocando nuestra confianza en alguien más grande que nosotros mismos: Dios. Él nos da la verdadera paz, confianza y fe que necesitamos para seguir adelante y superar ese difícil momento.

Lector que estás aquí... así no lideres un grupo de personas en particular, te pregunto, ¿acaso no estás influyendo sobre cada persona con la que te topas en tu día a día? No repitas el patrón del montón, que multiplica toda mala noticia que le llega y retransmite desesperanza. Busca tu lugar de paz, alimenta tu inteligencia emocional, coloca las cosas en orden, sigue tus principios, vive por lo que predicas, sé agradecido, no dejes de soñar y mantén tu cabeza en alto. Los demás cuando te vean, querrán imitarte.